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[Anecdotario] De la profe que preparó a Pelé al piloto que acabó con su sueño de aviador

"O Rei" cuenta en su libro un par de historias que marcaron su infancia.

[Anecdotario] De la profe que preparó a Pelé al piloto que acabó con su sueño de aviador
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El fallecimiento de Pelé dio pie a innumerables recuerdos y dos de ellos se remontan a su más tierna infancia, cuando el futuro campeón del mundo hacía sus primeras armas en el colegio y soñaba además con ser piloto de aviones.

"Yo quería aprender y no creo que fuera burro, pero la verdad es que no me iba bien en la escuela", fue la conclusión que a los ocho años el niño Pelé esgrimió para explicar el primer serio problema que tocaba su vida.

Había en él un encanto para agradar a sus profesoras, pero el destino lo puso en el camino de doña Cida, quien seguramente entendió que con castigos ejemplares podría enderezar el tronco ya torcido del pequeño Edson.

Nunca olvidó a su primera maestra: "No permitía discusiones y era muy severa, intolerante con el menor desvío de comportamiento", recordó en su libro "Pelé la Autobiografía".

Lo que el mundilllo del fútbol quizá no sabía hasta hoy es que parte de la explicación a la fortaleza física del 'Rey' pueda residir en los particulares métodos correctivos de la profesora Cida.

"El castigo que siempre recibía era arrodillarme sobre un puñado de fríjoles, duros como piedras. Tal vez eso haya ayudado a fortalecer mis rodillas para el trabajo que tendría por delante", declaró con ironía en su relato autobiográfico.

La profe Cida quizá no entendió que los sueños del pequeño Edson estaban lejos de los salones de clase de la ciudad de Baurú, en el estado de Sao Paulo, a donde su familia se había trasladado desde su natal Tres Coracoes, en Minas Gerais.

"Solía ir al Aero Club para ver las maniobras de los aviones y los planeadores. Quería desesperadamente ser aviador y siempre que podía me evadía de las clases", recordó.

Hablar de su sueño fue el primer tema de "hombre a hombre que recuerda haber tratado con su padre, aunque no hubiera salido muy bien librado pues el futbolista Dondinho le explicó que para llegar a ser piloto tendría que leer, aprender asuntos matemáticos, relacionados con la física, adquirir disciplina, seguir entrenamientos, cosas que se adquieren en la escuela.

La estocada final para el sueño de alto vuelo lo recibió una tarde que se enteró de que un piloto se había estrellado en su aeroplano.

Con varios amigos corrieron hasta la morgue y entre vidrios sucios tuvieron acceso a la sala donde yacía el cuerpo.

"Fue una visión aterradora, como una escena de cine. Y la imagen permaneció grabada en mi mente por días y noches. Tuve pesadillas. Nunca más volví al Aero Club", relató.

Superada la triste experiencia, el balón y los juegos en campos polvorientos comenzaron a ocupar el tiempo y colmar el interés del pequeño Edson.