Alcalde colombiano amenazó con prohibir el fútbol si continúa la violencia en las canchas
Maurice Armitage, jefe comunal de Cali, amenazó con suspender todos los partidos en la ciudad.
"El fútbol debe ser un deporte, no un medio de violencia", aseguró.
El alcalde de la ciudad colombiana de Cali, Maurice Armitage, anunció este jueves que si continúa la violencia provocada por las barras bravas suspenderá los partidos para impedir disturbios como los sucedidos el miércoles entre hinchas de Deportivo Cali y América, que dejaron 30 heridos y 85 detenidos.
"El fútbol no puede ser sino un deporte y no un medio de violencia. Si la violencia sigue en el fútbol yo, como alcalde de Cali, lo voy a prohibir", dijo Armitage a periodistas.
Añadió que la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) "tiene que entender que primero está la ciudad que el fútbol".
Antes y después del partido que jugaron los elencos más grandes de Cali, en el cierre de la fase inicial de la Copa Colombia, se presentaron enfrentamientos entre fanáticos de ambos equipos con cuchillos y pistolas, según informaron las autoridades.
Los hechos llevaron este jueves a la Dimayor a tratar de "criminales y desadaptados" a los fanáticos que promovieron la violencia, y a cancelar las transmisiones por televisión y radio de los partidos entre Atlético Bucaramanga y América, y Deportivo Cali y Millonarios, decisivos para la clasificación a los cuartos de final de la Liga.
"Queremos expresar la profunda vergüenza que tiene el fútbol profesional colombiano por lo que esta sucediendo por estos mal llamados hinchas de barras bravas. A ellos no los podemos calificar como barras bravas, son unos criminales y unos desadaptados", dijo el presidente de la Dimayor, Jorge Perdomo, al canal Win Sports.
Añadió que la comisión disciplinaria de la entidad ordenó que América y Cali jueguen sus próximos tres partidos de local de la Copa Colombia y dos de la Liga sin público en las gradas.
Una vez cumplidas estas sanciones, ambos clubes tendrán cerradas las tribunas norte y sur durante dos partidos más como local.
Según las autoridades, los enfrentamientos de la noche del miércoles entre hinchas violentos que invadieron la cancha del Estadio "Pascual Guerrero", dejaron 30 heridos, 85 detenidos, 51 armas blancas incautadas y el decomiso de un gran número de estupefacientes.