Pupilo de Sampaoli que organizó fiestas y contrajo COVID-19: Las respuestas vendrán en la cancha
Juan Cazares fue multado por la justicia brasileña
El volante ecuatoriano Juan Cazares, jugador de Atlético Mineiro de Brasil, equipo dirigido por Jorge Sampaoli, afirmó este miércoles que responderá en la cancha a quienes lo critican por su cuestionado comportamiento, tras haber organizado una fiesta en medio de la cuarentena en la que al parecer contrajo el COVID-19.
Cazares se manifestó de esa forma en un mensaje que publicó en su cuenta en Instagram un día después de que la Policía brasileña anunciara que, además de la multa que se le impuso por promover una fiesta en su residencia durante la cuarentena decretada para frenar a la pandemia, será sometido a una investigación policial por el mismo motivo.
"Las respuestas vendrán cuando el balón vuelva a rodar y cuando los hechos sean aclarados", afirmó el ecuatoriano.
"Por ahora, sigo atento a mi salud y a la de aquellos que compartieron los días conmigo en Brasil", agregó el mediocampista de 28 años, quien, según informó el domingo Atlético Mineiro, estará aislado y ausente de los entrenamientos hasta que quede demostrado que ya no puede transmitir el COVID-19.
Varias de las personas que acudieron a su fiesta también han sido diagnosticados con la enfermedad y tuvieron que aislarse por determinación de las autoridades sanitarias.
Además de la fiesta que organizó el 24 de mayo en su residencia y que tuvo que ser abortada por la Policía en un conjunto cerrado en Lagoa Santa, uno de los municipios del área metropolitana de Belo Horizonte, el futbolista había organizado otra fiesta similar exactamente una semana antes y había acudido a un partido de fútbol con amigos, entre los cuales el centrocampista venezolano Rómulo Otero.
En las tres ocasiones Cazares violó la prohibición de la alcaldía de Lagoa Santa de promover aglomeraciones durante el período de cuarentena decretado para frenar el avance de la pandemia en ese municipio.
El incidente del domingo, sin embargo, le costó una multa por 130.000 reales (unos 24.074 dólares), la máxima prevista debido a su reincidencia, así como la apertura de una investigación con la que la Policía determinará si lo acusa penalmente de crímenes contra la salud pública.
El ecuatoriano fue protagonista de otros incidentes y escándalos fuera de la cancha desde que llegó a Atlético Mineiro.
En septiembre pasado, tras otra fiesta en la casa del futbolista, dos mujeres, una modelo de 20 años y una empresaria de 24, denunciaron a la Policía que fueron agredidas por el centrocampista.
Ambas también afirmaron que Cazares les ofreció 10.000 reales (unos 1.850 dólares) para cerrar el asunto y evitar así que alertasen a la Policía y a los medios de comunicación.