Columna de Aldo Schiappacasse: ¿Por qué juegan los musulmanes durante el Ramadán?
La mayoría de los jugadores que profesan el Islam consiguen dispensas especiales para afrontar sus compromisos.
Pocos días después de ganar la Europa League con el Manchester United y del atentado en el concierto de Ariana Grande, el jugador francés Paul Pogba peregrinó a La Meca, en uso de unas pequeñas vacaciones antes de integrarse a la selección francesa que disputará encuentros amistosos antes de las vacaciones.
Celebró así los primeros días del Ramadán, una festividad musulmana que ha provocado problemas e inconvenientes en Europa, aunque la mayoría de los jugadores que profesan el Islam consiguen dispensas especiales para afrontar sus compromisos.
El Ramadán de esta temporada comenzó el sábado y culmina el 25 de junio, lo que condicionó a varios jugadores de la selección alemana que enfrentará a Chile en la Copa Confederaciones. Hay, por lo pronto, en la escuadra teutona, dos casos especiales. El de Shkodran Mustafi, de origen albanés, y Enre Can, de ascendencia turca, que han debido pedir dispensas. Özil y Khedira no fueron considerados en esta oportunidad.
Mesut Özil, el compañero de Alexis Sánchez en el Arsenal, peregrinó el año pasado, a pocos días del inicio de la Eurocopa. Al iniciarse el torneo, Özil dijo que, muy a su pesar, no cumpliría con el ramadán. Pidió disculpas a todos los musulmanes.
El Corán dice, exactamente, que el ayuno se mantendrá mientras no pueda distinguirse un hilo blanco de un hilo negro. Es decir, hasta la noche. Es un mes que varía cada año en función de la luna. Las dispensas que afectan a enfermos o menores de muy corta edad, pueden extenderse a aquellos que realizan trabajos de excesivo esfuerzo físico. Los futbolistas las obtienen de los líderes religiosos, porque, jueguen con quien jueguen, son los grandes campeones del Islam, los líderes musulmanes de una Europa que sin la pelota se siente amenazada por la interpretación más radical de su fe.
Arda Turan ha condenado el atentado en el aeropuerto de Estambul, lo mismo que hicieron las estrellas de la selección francesa después de los ataques en la sala Bataclan, en París. Para Özil es diferente, como lo es para Pogba, Kanté, Sissoko o Sagna, entre la fe de sus padres y abuelos y la educación de sus países de nacimiento.