Colo Colo derrotó a Colón y puso broche de oro al emotivo adiós de Esteban Paredes

En una jornada con las pulsaciones a mil, Colo Colo se impuso a Colón de Santa Fe por 2-0 y culminó una gran fiesta "alba" en el Estadio Monumental, con la despedida oficial del histórico goleador Esteban Paredes.

La gran jornada inició con un partido preliminar entre dos equipos de exfutbolistas e invitados especiales, en el que "Team Paredes" derrotó 3-2 a los "Amigos de Paredes" tras dos tiempos de 20 minutos, donde la alegría primó.

Ya en el duelo internacional de fondo, el "Cacique" sufrió en los primeros 20 minutos, no por ocasiones de riesgo en contra, sino por la incapacidad de generar juego y contrarrestar la presión "sabalera". La visita pudo abrir la cuenta a los 12', pero Ramón "Wanchope" Ábila quedó corto al lado del arco.

Con el paso de los minutos, los de Gustavo Quinteros lograron conectarse, aunque tuvieron fallas en el pase final. El arquero Matías Ibáñez se encargó de cortar muchos de los centros colocolinos, respaldado además por sus zagueros.

Sin embargo, la defensa dispuesta por Néstor "Pipo" Gorosito se durmió a los 25' en un balón detenido, dejando un tumulto de jugadores locales solor de frente al pórtico. Maximiliano Falcón controló de pechó y mandó un cañonazo de volea inatajable para abrir la cuenta.

Luego, a los 37', el joven Damián Pizarro se ganó la banda a punta de verticalidad y centró para César Fuentes, quien marcó apareciendo desde atrás con un doble remate, pues su primer intento fue contenido por Ibáñez.

Para la segunda etapa el juego fue mayormente tranquilo, con pelotas disputadas en la mitad de la cancha y un Colo Colo que administró las acciones. El mayor sobresalto fue un cabezazo al palo de Ábila, cuando Fernando de Paul solo podía hacer vista.

Colón se adueñó del esférico y generó peligro en torno a los 70 minutos, pero el dominio de los albos (que jugaron de rojo) retornó con el momento más esperado del día: El ingreso desde la banca de Paredes, a los 78'.

Las tribunas en Macul retumbaron por los aplausos y vítores para el "7", que ingresó con la banda de capitán en lugar de Damián Pizarro, en una simbólica imagen relacionada al pasado y futuro de la delantera del "Eterno Campeón".

El máximo goleador del fútbol chileno tuvo la opción de anotar y desatar la locura, pero Ibáñez volvió a responder y evitó de manera increíble la conquista, cuando ya parecía gol. Sin embargo, aquello no nubló la alegría, que estalló con el silbatazo final y el adiós del ídolo.

Con el partido concluido, Paredes dio una emotiva vuelta olímpica en el campo de juego "David Arellano", recibió una nueva ovación junto a una locución de repaso a su carrera.

Además, entregó jinetas a los capitanes de las series menores y, antes de partir a camarines, tuvo un "manteo" del plantel actual de Colo Colo. Esa fue la despedida de Esteban Paredes, una leyenda del pueblo "cacique" y un histórico del balompié nacional.