[Protagonista] Claudio Bravo, un arquero de veteranía y confianza
La Agencia EFE alabó lo realizado portero chileno en su regreso a la titularidad.
El portero chileno Claudio Bravo no se arredra en ambientes calientes y se viene arriba en campos como San Mamés, en el que volvió a la titularidad en la portería de Betis cuando pocos lo esperaban y dio un recital de paradas, galones, aplomo, veteranía y una confianza que el del Buin trae de serie porque, como afirmó tras la victoria bética ante Athletic Club (0-1), esa cualidad "no la venden en la farmacia".
El chileno Manuel Pellegrini, conocedor de su plantilla, tiró de repertorio al componer un once que, aunque reconocible con otros muchos, era específico para un rival y un escenario de los que aprietan, con "esa personalidad necesaria" en la que su compatriota fue clave junto con los dos argentinos campeones del Mundo, el central Germán Pezzella y el mediocentro Guido Rodríguez.
Además, alineó al marfileño Paul Akouokou, otro futbolista poco habitual, en el eje de la defensa por las bajas del italo-brasileño Luiz Felipe Ramos y Édgar González, y alineó a William José da Silva cuando todo apuntaba a Borja Iglesias; y los dos fueron también claves, uno atrás y el otro como autor del gol de la victoria.
Claudio Bravo tampoco contaba en las quinielas previas al duelo de San Mamés y salió como si llevara toda la temporada jugando pese a que lo ha hecho en siete partidos, una circunstancia que no le pesó en el ánimo porque, a sus 40 años recién cumplidos, tiene muescas más que suficientes para saltar al verde como si tal cosa.
"Más que sufrir, yo disfruto y más cuando no he venido jugando últimamente. La confianza no la venden en la farmacia. Que me silben y me chillen de un campo tan complejo es muy importante", aseveró el guardameta chileno, que cumple su tercera temporada en Betis, colofón a una dilatada trayectoria que le sitúa entre los grandes cancerberos del fútbol europeo por sus años en la Real Sociedad, el Barcelona y el Manchester City.
El de Buin explicó a pie de campo cómo se hace y que una de las claves es "el ordenar, comunicar a los compañeros para que no bajen la tensión y sacar el premio" en un campo "muy difícil, un ambiente donde aprietan mucho" y un escenario en el que el Betis no ganaba desde hace una década.
Pese a que juega poco y que en su tres años en Heliópolis sus números se han visto lastrados por sucesivas lesiones musculares que lo han tenido en numerosas ocasiones en el dique seco, Claudio Bravo mantiene sus ascendencia en los entrenamientos, en el banquillo y en su complicidad con el portugués Rui Silva, lo que le hizo considerar que, si día a día no trabajan como lo hacen, "este nivel no sería posible".
Le dedicó su actuación y la victoria a su familia, "que siempre ha estado ahí, son los momentos valiosos cuando uno está receptivo hacia otros comentarios", señaló en referencia a quienes hablan del fin de su periplo en verdiblanco el próximo 30 de junio pese a que no son pocos, más bien muchos y de criterio acrisolado, los que apuesta por su continuidad.
No en vano, Claudio Bravo forma parte destacada de un núcleo de notables del vestuario bético junto al indiscutible papel del capitán Joaquín Sánchez, que colgará las botas al final de esta temporada, y otros jugadores clave por su veteranía como el mexicano Andrés Guardado, Sergio Canales o el francés Nabil Fekir.