Grecia volvió a sorprender y es finalista de la Eurocopa 2004

Con un equipo sin jugadores de renombre en el medio europeo, pero con una disciplina y un coraje a toda prueba, Grecia volvió a estremecer a todo un continente al instalarse en la final de la Eurocopa 2004 luego de derrotar a uno de los grandes favoritos, República Checa.

 

Después de 105 minutos de juego y equiparidad (0-0), Trianos Dellas marcó el "gol de plata" para el euqipo dirigido por el alemán Otto Rehhagel, verdadero artífice del "milagro" de los helénicos, quienes superaron todas las barreras para ahora enfrentarse por el título con los dueños de casa, en partido a jugarse este domingo 4 de julio en el Estadio de La Luz de Lisboa.

 

Sin hacer caso a la historia ni menos a los pronósticos Grecia "encontró el Olimpo en Portugal", donde alcanzó la consagración con argumentos futbolísticos más que válidos.

 

No por nada en las fases anteriores dejó en la vera a España (primera ronda), Francia (cuartos de final) y ahora a los checos (semifinales), en un partido en el que su planteamiento resultó a la perfección.

 

Pese a las zozobras que vivieron en los primeros minutos, merced a las incursiones por la banda izquierda del compañero de David Pizarro en Udinese, Marek Jankulovski, quien puso en jaque al portero Antonios Kikopolidis en dos ocasiones, los griegos consiguieron mantener a raya a los checos.

 

Tanto así, que el único argumento que éstos encontraron para acercarse a la portería rival con posterioridad fue mediante pelotazos largos en busca del cabezazo del "gigantón" de 2,03 metros Jan Koller.

 

Más encima, los checos perdieron por lesión a su máxima figura, el mediocampista de Juventus Pavel Nedved, quien abandonó el campo a los 40'.

 

República Checa no pudo reponerse ante la pérdida de su "creador", mientras los griegos paulatinamente fueron creciendo en el campo de juego.

 

Bien resguardados en el fondo por el central de AS Roma Trianos Dellas, la gran figura de la jornada, el equipo de Rehhagel casi no pasó zozobras, sino hasta la recta final del partido, cuando el asedio checo volvió a arreciar.

 

Fueron los minutos en que apareció Thomas Rosicky y el apagado goleador Milan Baros, cuyo zurdazo pudo haber trocado el destino del partido a los 77', pero el tiro se perdió por el segundo palo, al igual que el de Jan Koller a los 80', cuando quedó mano a mano con Nikopolidis.

 

Grecia, sin embargo, no perdió la compostura y aguantó estoicamente para el zarpazo en el alargue.

 

Y lo hizo de manera brillante, pues dejó atrás el mezquino planteamiento que usó los 90 minutos para volcarse en ofensiva y sorprender a un desgastado equipo checo.

 

Grecia pudo haber definido antes el pleito, pero debió esperar hasta el último suspiro del primer tiempo del alargue para festejar el "gol de plata" de su mejor hombre, Trianos Dellas, quien conectó de cabeza el centro de Vasilios Tsartas para desatar la alegría helénica y la desazón checa en el Estadio del Dragón.

 

"Confiamos en la victoria desde el principio y lo conseguimos, además este triunfo es una gran alegría para todos los griegos, tanto los que nos han seguido hasta aquí, como los que nos apoyaron desde casa", manifestó emocionado Dellas, cuyo gol pasó a la historia por llevar a Grecia por vez primera a la final de la Eurocopa.

 

Estadísticas

 

Grecia (1): Antonios Nikopolidis; Giourkas Seitaridis, Traianos Dellas, Angelis Basinas (72' Stilianos Giannakopoulos), Theodoros Zagorakis, Panagiotis Fyssas, Mihalis Kapsis, Georgios Karagounis, Costas Katsouranis Angelos Charisteas, Zisis Vryzas (91' Vasilios Tsiartas). DT: Otto Rehhagel.

 

REPÚBLICA CHECA (0): Petr Cech; Zdenek Grygera, Tomas Ujfalusi. Tomas Galasek, Marek Jankulovski; Karel Poborsky, Rene Bolf, Tomas Rosicky, Pavel Nedved (40' Vladimir Smicer); Jan Koller y Milan Baros. DT: Karel Bruckner.

 

Gol: 1-0, Dellas (105').

Arbitro: Pierluigi Collina (Italia).

Estadio: del Dragón de Oporto.