Paul Capdeville superó una tarea titánica para darle el segundo punto a Chile en Rancagua
El tenista de Vitacura derrotó en cinco sets al austriaco Stefan Koubek luego de tres horas y media de juego.
El jugador nacional se sobrepuso a calambres y al tenis del aguerrido europeo.
Este sábado se disputará el partido de dobles.
En una jornada que difícilmente podrá olvidar, el chileno Paul Capdeville (84º de la ATP) superó a Stefan Koubek (127º) en una batalla titánica para darle al equipo nacional de Copa Davis el segundo punto de la confrontación ante Austria.
El tenista de Vitacura tenía una complicada faena y la superó tras cinco sets de batalla, y más de tres horas de partido con parciales de 6-4, 6-4, 3-6, 1-6 y 6-4.
Capdeville consiguió su triunfo más resonante jugando por Chile. (Foto: UPI) |
Fue un comienzo a tambor batiente para Capdeville, quien hacía su estreno como número uno de Chile. El tenista nacional mostró sus mejores golpes, sobre todo su revés a dos manos cruzado, provocando daño en el juego de Koubek, un veterano de mil batallas y dispuesto a bregar por cada pelota. Fue así como el chileno tomó ventaja rápida. Un doble 6-4 en los dos primeros sets pavimentaba lo que parecía una jornada sencilla para Capdeville, pero Koubek no estaba dispuesto a vender tan barata su derrota. El centroeuropeo comenzó a batallar cada punto y aprovechando los errores que el chileno comenzó a cometer, sobre todo tras fallar un smash al lado de la red. El partido se equilibró y Koubek dejó atrás sus yerros para tomar control de los puntos importantes, y se adjudicó el tercero por 6-3. El bajón anímico de Capdeville pareció ser definitivo en el cuarto, donde el austriaco sacó a relucir toda su experiencia para vulnerar el tenis del chileno. El 6-1 final lo dice todo. El quinto parcial fue de infarto. Capdeville quebró de entrada y nuevamente pareció encaminar la victoria con un 2-0 parcial, pero Koubek reaccionó y se puso 4-2 en la pizarra. Era el fin. El chileno estaba acalambrado, casi perdido en la arcilla de la Medialuna de Rancagua, no obstante, sacó fuerzas de flaqueza y terminó ganando cuatro juegos seguidos para quedarse con el partido. Fue una tarea titánica, que se complicó por errores propios, pero que sin duda quedará en la memoria de un Capdeville que por fin demostró su valía como integrante del equipo chileno de Copa Davis.