BBC: Por qué Chile se ganó con un fútbol vistoso su derecho de estar en la final de la Copa América
Revisa el artículo de la cadena británica.
Chile está en la final y el sueño de todo un país está al alcance de la mano: ganar por primera vez la Copa América.
Y polémicas al margen, pocos dudan de los méritos que han sumado los dirigidos por el argentino Jorge Sampaoli en una campaña que hasta ahora ha sido inmaculada en lo futbolístico.
En especial en lo que se refiere al aspecto ofensivo del juego, ese que lleva años maravillando por su carácter kamikaze, sin reservas ni pausas.
Será la primera final para Chile desde 1987 y, como en aquella oportunidad, llegará vestido con los elogios que ha recibido por parte de aficionados, exjugadores y prensa especializada en diferentes partes del mundo.
La Roja es de lejos el equipo más goleador del campeonato, impulsado por el aliento de sus fervientes aficionados.
Los 13 tantos que ha marcado el equipo de Sampaoli son más del doble del siguiente en la lista, Perú, que suma seis.
Los otros semifinalistas, Paraguay y Argentina, llevan cinco y cuatro respectivamente.
La marca es la más alta que ha conseguido Chile en una Copa América desde 1991 (11), la última vez que jugó como local, e iguala la cifra que alcanzó cuando perdió la final frente a Paraguay en 1979.
Sólo una victoria por goleada en la final le permitiría aproximarse a su récord de 19 tantos conseguido en 1955.
El poder ofensivo también se ve reflejado en la tabla de goleadores que encabeza Eduardo Vargas con cuatro tantos, seguido por Arturo Vidal con tres.
Los goles son producto de la gran cantidad de remates y oportunidades de gol que genera el planteamiento ofensivo de Chile.
En sus cuatro victorias y un empate, Chile ha disparado 77 veces, 29 de los cuales han ido al arco.
Sus rivales sólo han sumado 37 tiros, 14 de los cuales han inquietado la portería de Claudio Bravo.
Vargas, Vidal y Alexis Sánchez son los tres jugadores que más veces lo han intentado contra el arco contrario.
Y los remates se debe la trato que Chile le da al balón pese al vertiginoso ritmo que le imprime a juego.
En los cinco partidos ha dominado claramente la posesión del esférico, con un promedio de más del 70%. La diferencia más clara ocurrió frente a Uruguay, partido en el que llegó a tener la pelota en casi un 80%.
El promedio de número de pases por partido se acerca a 600 (por 244 de sus rivales) y su precisión en la entrega ha sido de un 86% aproximadamente.
La figura en este campo ha sido el "Mago" Jorge Valdivia, que lidera la clasificación de asistencias con tres pases de gol además de llevar la batuta en las acciones de ataque del conjunto chileno.
Según las estadísticas, Chile es uno de los tres equipos que han mantenido su portería sin recibir gol en tres partidos, junto a Argentina y Colombia.
Sin embargo, los números no son del todo concluyentes y Claudio Bravo ha pasado por bastantes apuros a lo largo del torneo.
El portero del Barcelona quedó expuesto, junto a sus compañeros en defensa, en el empate a tres frente a México, mientras que Uruguay y Perú también tuvieron oportunidades claras de gol gracias a la movilidad y velocidad de sus atacantes, en contraste con la lentitud de los defensas chilenos.
La ausencia de Gonzalo Jara por suspensión agrava esta situación, como se notó con la presencia frente a Perú de José Rojas, quien sufrió y no pudo contener en todo el partido a Paolo Guerrero y Jefferson Farfán.
Esto deja con un gran signo de interrogación el sector izquierdo de la defensa, ya que Sampaoli todavía no ha podido descifrar cuál es su mejor lateral para esa banda.
Contra el conjunto peruano salió de titular Miiko Albornoz, pero el jugador de origen sueco sufrió mucho las proyecciones de Perú y fue sustituido en el entretiempo por Eugenio Mena.
Mena tampoco destacó y perdió la marca en la subida de Luis Advíncula que propició el autogol de Gary Medel.
Jean Beausejour ha sido otra opción utilizada por Sampaoli -jugó de titular contra Bolivia- pero a lo largo de su carrera siempre ha jugado mucho más adelantado en el campo.
El técnico argentino tiene día para pensar y encontrar la solución, algo que será crucial para que Chile borre de una vez y para siempre la frase de que "nunca ha ganado nada".