Emilio Fernández tuvo que pasar la noche junto a su vehículo: Fue un infierno para mí
El piloto nacional abandonó el viernes tras caer en el tramo de El Puma.
El piloto nacional Emilio Fernández (Skoda) vivió una pésima experiencia en el Rally de Chile luego de caer fuera de la pista en el segundo tramo del viernes, pues tuvo que pasar la noche junto a su vehículo, el que recién fue retirado la mañana de este sábado.
"Tuvimos un despiste, fue algo súper sencillo, nada tan grave... entramos muy rápido a una curva que tenía una contracurva, nos catapultó hacia afuera y eso fue, pero estamos bien, no nos pasó nada", declaró para luego contar que su navegante, Joaquín Riquelme, está en buenas condiciones pese a que quedó en observación.
"El está bien, fue solo a revisarse, está con los médicos, pero está bien. Cuando chocas con algo, es fuerte, pero no fue tanto; el auto no está tan mal como se ve en la foto", dijo acerca de la postal en que se puede ver su vehículo sobre un árbol.
Para Fernández el proceso de retirar el auto de aquel sitio fue casi un infierno y acusó una mala organización con las grúas: "Pasamos un súper mal rato, llegué cerca de las nueve de la mañana de hoy -sábado- al Parque de Asistencia desde el lugar en que quedé botado".
"Hubo una mala organización con las grúas... de verdad, se pasó. Fue un infierno para mí pasar toda la noche allá, por suerte pude coordinar con mi equipo para que fuera allá. Dormí unas horas en la camioneta con el carro ahí esperando a una grúa pluma para sacar el auto", agregó.
"El tipo encargado de la grúa me cortó el teléfono, fue atroz. Estuvo mal organizado, esto es problema de organización. Yo pago por correr y que me retiren de la competencia -cuando pasa algo así-", añadió.
Para Fernández, si hubiese existido mayor celeridad en el retiro de su auto cree que incluso pudo reengancharse en la competencia: "Si el auto hubiese llegado a las nueve de la noche, tengo bastante tiempo para reparar el auto y seguir compitiendo. Hoy llegamos a las nueve de la mañana y no tuve tiempo, largaba a las 7:30".
"Fui el único auto que quedó botado durante todo el día. Mi auto no estaba tan abajo, no era difícil sacarlo, en un momento tuve una grúa disponible y me cambiaron para sacar otro vehículo. Quedé solo botado en el prime cuidando mi auto porque no había nadie para quedarse", siguió, pensando incluso en tomar medidas tras el mal trago.
En resumen, la situación fue así: "A las 11 de la mañana quedé botado. A Joaquín lo llevaron a revisar, yo me quedé con el auto, pensando que después de la primera vuelta iba a llegar el rastrillo, pedir una grúa, tomar mi auto y venirme para acá, pero me dejaron allá. Se supone que habían coordinado, pero nada".
"Fue una mala experiencia, se cayeron mucho en ese detalle", cerró.