La columna de Toño Prieto: No les compro nada
La final de la Copa Libertadores deja muchas aristas para reflexionar y tomar posiciones.
Por José Antonio Prieto, @TPRIETORADIO
Afortunadamente lo básico se logró: jugar un partido de fútbol en condiciones adecuadas para los jugadores. Es asombroso que haya que destacarlo, es lo normal.
Es tan básico este punto, que en estos tiempos te lo hacen ver casi como un favor, como una hazaña de la organización.
Las frases que repiten los medios de comunicación, los dirigentes e hinchas son de un conformismo peligroso.
"Lo importante era que se jugara", "no importa dónde se dispute el partido", "es imposible que estén ambas hinchadas en el estadio", "fabuloso los 3.500 policías", son parte de este conformismo.
Veo al presidente de la Conmebol eufórico en Madrid tras entregar la Libertadores al capitán de River. El señor Domínguez debería estar llorando y firmando su renuncia indeclinable.
No les voy a comprar que esta fue una "gran final". Fue un papelón mundial inolvidable.
Cuando las esencias básicas se distorsionan y se pierden, hay que rectificar. Nunca me olvidare del "Maracanazo" del "Cóndor" Rojas. La locura en su máxima expresión para llegar a un resultado sin conseguirlo deportivamente.
Aquí la locura llevo el partido a Madrid, pudo ser Dubái y cualquier lugar menos Sudamérica; sí, menos en el continente donde debe jugarse.
El entreguismo de la Conmebol y sus asociados hacia Europa es total y sin reacción. No importa que se lleven a los mejores futbolistas a los 17 años, que impongan un calendario mundial y tengan la final de la Libertadores. Mientras paguen, todo bien. Hay que aplaudir.
A nadie se le ocurrirá potenciar el fútbol continental para no ser simples vendedores de materias primas, y felicitarse por ello.
¿Dónde están los dirigentes que dicen ser "amantes" del fútbol sudamericano?
Un grupo está esperando condenas en EEUU por corrupción; espero que los actuales expliquen y muestren públicamente los contratos de Madrid.
Y antes que se me olvide con tanta previa, policías y el TAS, el partido fue pobre en calidad y la emoción solo apareció en últimos 15 minutos del alargue. Urgente, hay que despertar y sacudir a la Conmebol.