La Columna de Manfred Schwager: Un peldaño más arriba
El periodista de Al Aire Libre en Cooperativa analizó el histórico resultado del Team Chile en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba.
Por Manfred Schwager, @mschwagerv
38 oros, 34 platas y 60 bronces. 132 medallas en total. En lo numérico, la participación del Team Chile en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba es la mejor en los últimos 28 años. En lo deportivo, bien puede ser la mejor presentación chilena en su historia en el nivel subcontinental.
Este quinto lugar tiene un sabor muy distinto a lo realizado en ediciones anteriores, fundamentalmente porque se peleó de igual a igual con países que tradicionalmente nos han superado en el medallero. Venezuela y Argentina quedaron apenas a cinco y cuatro oros de distancia, estableciendo a nuestro país en el segundo nivel del deporte sudamericano.
Grandes responsables de este buen nivel son los representantes del remo. Por las medallas que aportaron en los primeros días, pero también por sentar el tono en que debía ocurrir la participación chilena y por demostrar que el camino que siguieron –tal como otras federaciones- es el apropiado. El remo chileno invirtió en profesionales, en equipamiento y en preparación del más alto nivel, y eso hizo la diferencia en Laguna La Angostura.
También marca una diferencia muy grande contar con campeones mundiales en nuestras filas. María Fernanda Valdés y Arley Méndez no tuvieron mayores contratiempos para ganar sus competencias, pese a que pocos días antes se habían exigido a fondo en un Panamericano específico. Aun bajando un poco sus cargas para cuidar el cuerpo se colgaron la medalla de oro, en un notable testimonio del trabajo que lidera el entrenador búlgaro Giorgi Panchev.
Quien también dejó su huella sin inconvenientes fue Yasmani Acosta, que necesitó menos de tres minutos en combate para ganar el oro en una competencia en la que previamente se reconocía al 70 por ciento. Somos afortunados de contar con él y con Méndez representando a nuestro país: dos deportistas del más alto nivel mundial, que pueden ser medallistas olímpicos en 2020, y que por circunstancias de sus vidas escogieron quedarse en Chile.
Además de las apuestas seguras en estos Juegos (Kristel Köbrich, Bárbara Riveros, Tomás González, Natalia Duco, Felipe y Rodrigo Miranda), hay otros oros que denotan la constancia en el trabajo y el aprovechamiento de la circunstancias. Las selecciones de rugby seven y fútbol masculino ganaron de forma invicta, tomando por sorpresa a sus rivales en triunfos históricos para estas disciplinas sobre los que deberán seguir construyendo.
Los Juegos de Cochabamba quedan como un grato recuerdo: fuimos testigos de la explosión de algunos deportistas con mucho futuro como las hemanas Abraham, del debut de otros como los ya mencionados Méndez y Acosta, y fundamentalmente de la consolidación del trabajo realizado en Chile en los últimos años.
Invertir más e invertir mejor, en buscar el recambio, profesionales capacitados y equipamiento de primera línea. Ese es el camino que se debe seguir replicando en nuestro deporte, y que hoy nos tiene un peldaño más arriba que antes en el deporte sudamericano.