La columna de Manfred Schwager: Alegría en la derrota
El periodista de Al Aire Libre comentó la caída de la Roja cestera ante Colombia.
Abrazos y sonrisas a pesar de la derrota. Una imagen llamativa en Valdivia, luego que Chile cayera por 67-71 ante Colombia, en un partido en que la selección nacional tuvo varias opciones de recuperar el control del marcador en los minutos finales.
La alegría se explica por la diferencia de cuatro puntos, que entrega la ventaja en caso de terminar igualados en la tabla: habiendo ganado por cinco en Medellín, el equipo de Claudio Jorquera concretó el menos grato de los objetivos para este encuentro, que en el caso de una derrota era asegurar la diferencia de puntos para favorecer las opciones chilenas.
De todas formas, lo mostrado ante los colombianos deja tareas de cara al duelo frente a Venezuela y, de asegurar el paso a la siguiente fase, también para los seis partidos que tendrá el combinado nacional entre septiembre y febrero.
Lo más urgente es la intensidad en defensa. Chile se demoró en entregar una respuesta a una Colombia que optó por un juego muy físico y de transiciones rápidas, una apuesta con la que sorprendieron fuera de posición a los chilenos en varias ocasiones, sumando 25 puntos sólo en esa faceta.
La inclusión de jugadores más atléticos, como Ignacio Carrión y Sammis Reyes, ayudó a contener esa faceta del juego colombiano, con lo que efectivamente se pudo reducir –aunque nunca remontar- la diferencia que en algunos pasajes llegó a ser de diez puntos.
Junto con ello, Hansel Atencia fue un dolor de cabeza constante para los nacionales, dictando el ritmo de juego de la visita con sus pases o lanzando de tres puntos. Sólo Erick Carrasco, aprovechando toda su experiencia e intensidad en la marca, fue capaz de disminuir el impacto del base rival mientras estuvo en cancha.
También hay trabajo para realizar en el ítem rebotes. Más allá de la superioridad de la visita en ese aspecto, 49 a 34 en la estadística, llama la atención que un tercio de los fallos contra el aro chileno terminara en manos colombianas, entregando segundas oportunidades en plena zona de anotación que desembocaron en nuevas canastas o en faltas defensivas de los nacionales.
Otro punto a revisar es la faceta ofensiva, fundamentalmente en la efectividad de los lanzamientos de dos puntos. Ante un rival muy activo dentro de su zona, Chile apenas tuvo un 33,3 por ciento de conversión en los dobles, un porcentaje muy bajo para las aspiraciones de un equipo como el de Jorquera. En los triples se estuvo mucho mejor, con 11 canastas en 27 intentos, pero eso no basta para asegurar los puntos necesarios para superar a cualquier rival.
Pese a ello, Chile tiene en sus manos la opción de avanzar a la siguiente ronda de estas Clasificatorias mundialistas. El equipo de Jorquera enfrentará a una Venezuela de alto nivel sabiendo el resultado entre Colombia y Brasil, donde una victoria brasileña clasifica de inmediato a los chilenos para esa segunda fase. Una oportunidad histórica para nuestro baloncesto que es imperioso aprovechar este lunes.