La columna de Ernesto Contreras: La destrucción de Holloway
El hawaiano brutalizó al invicto Brian Ortega y retuvo el título pluma del UFC.
Por Ernestro Contreras, @contrerasdelzo
Era una de las peleas más esperadas del año por los fanáticos de las artes marciales mixtas y no decepcionó. Max Holloway y Brian Ortega protagonizaron este sábado uno de los combates más violentos en la historia de la compañía, donde el campeón hawaiano demostró que es una especie diferente y mandó un claro mensaje al resto de la división: Quién quiera vencerlo, deberá estar preparado para atravesar un infierno. El mismo que experimentó el invicto Ortega, aunque sin éxito.
La previa de la pelea estuvo marcada por las dudas en torno a la salud de Holloway. El monarca había experimentado diversos problemas durante el presente año, de hecho su pelea con Ortega había sido pospuesta por una conmoción cerebral que experimentó el hawaiano días antes del evento. Además, había salido de su pelea con Khabib Nurmagomedov en el UFC 223, donde ingresó como reemplazo, por problemas en su corte de peso.
Muchos dudaron si "Blessed" podría dar el peso y presentarse a la lucha, o si su nivel sería el mismo luego de un año sin entrar al octágono. Pero una vez que la puerta de la jaula se cerró, Holloway daría una de las más grandes demostraciones de poder que recuerde el deporte.
El hawaiano ganó los dos primeros asaltos gracias a su extraordinario boxeo, el cual dañó como nunca la cara de un rival acostumbrado a ser él quien ejecute el castigo. En el tercero, el campeón demostró que también tiene mandíbula y resistió de buena forma los ataques de Ortega, quien lanzó todo su arsenal pero no fue suficiente para hacer tambalear al campeón.
El cuarto asalto sería épico y va a quedar en los anales de la empresa. Un segundo antes que arrancara el round, Holoway miró a su esquina y les dijo: "Aquí lo término", y así fue.
"Blessed" salió como una fiera a cumplir su promesa y brutalizó sin piedad a un retador que solo se mantenía en pie gracias a su enorme corazón. Para graficar lo impactante que fue este round, hay que ir a las estadísticas: El campeón conectó 142 golpes contra su rival, en lo que representa un récord absoluto en la historia del UFC, y el registro indica que propinó 290 durante todo el combate.
Fue tanto el castigo recibido por Ortega que los médicos le impidieron disputar el quinto asalto, debido a las diversas fracturas que sufrió en su rostro y mano derecha.
Con esta impresionante victoria, Holloway se sitúa como uno de los campeones más dominantes de la historia y extendió su racha invicta a 13 peleas.
¿Qué viene ahora? Con la división totalmente dominada, el hawaiano está en pie de optar a enormes súper peleas. Una revancha con Conor McGregor, quien lo venció en una decisión hace cinco años, está en el horizonte, así como una súper pelea ante Khabib o Tony Ferguson sería algo muy anhelado por los fans y lucrativo para todos los involucrados.
Independiente de quien sea el siguiente, el hawaiano no se conforma y así lo hizo saber terminada la pelea con Ortega: "Quiero ser el número uno libra por libra. Dana (White), si quieres que vaya al peso ligero, adelante. Si quieres que pelee con Daniel Cormier, tráemelo también. Estoy listo para vencerlos a todos". Y solo tiene 26 años